domingo, 1 de junio de 2014

Huelga de hambre en el ámbito forestal por la injusticia que se vive en Madrid


“Si están o no están de acuerdo, no me importa. De cualquier forma lo haré”, dijo Vesna ante la mirada conmovida de todos. “Me voy a poner en huelga de hambre porque ya basta”. Ella es una mujer de 50 años, pequeñita, de complexión delgada (delgadísima) que va a dejar de comer y a poner en peligro su salud y su vida, desde el primer día de trabajo de la campaña forestal para la que trabaja.

¿Y por qué? Porque este gobierno traidor desea amortizar 83 plazas de trabajadores de extinción incendios forestales de la Comunidad de Madrid: bomberos, conductores, encargados, técnicos especialistas y auxiliares de control de información (vigilantes). Por medio de una siniestra maquinación de la administración pública, pretenden dejar a todas estas personas sin trabajo, sin sustento. Pero además, hay otras 1.461 personas afectadas por este ERE encubierto, de muchos otros sectores dentro de la comunidad: personal de cocina, personal de sanidad, personal de educación y muchos más. ¿Y todo para qué? Para privatizarlos y enriquecer a sus “compis”, las empresas que subvencionan a los partidos políticos. 


¿Qué más reivindica Vesna? Para la campaña forestal pública 2014, se encuentran presupuestados 289 puestos de trabajo, de los cuales sólo unos 220 han sido contratados. ¿Y las personas que se quedan sin trabajar durante este verano? ¿A quién le importa? ¿A dónde se va el dinero restante? ¿A las arcas de quién? 

En el sector privado, las empresas Matinsa e Infosa han reducido en un 66% la jornada trabajo de algunos compañeros, pasando de ser anual a sólo de cuatro meses. Un trabajador, al no aceptar el “trato” fue despedido inmediatamente. Los sueldos se les han encogido considerablemente a todos. Para que tengamos una idea más clara de lo que ocurre, un trabajador de empresa privada es explotado, se le paga muy poco y, sin embargo, por él se paga más del doble. Vuelvo a preguntar lo mismo. ¿Y el dinero restante? ¿A dónde se va? ¿A las arcas de quién? ¿A alguien le importa? ¿A dónde está llegando “el negocio del fuego? 


Vesna trabaja como vigilante en la campaña Infoma, durante todos los veranos, los meses de más riesgo en cuanto a incendios forestales. Cuatro meses es lo que todas estas personas trabajan. Y así viven, sólo de estos cuatro meses, porque es lo que tienen. Ella trabaja en el monte, cubierta por dos plásticos que le dan sombra, pero que aumentan la temperatura ambiental, que a veces llega a los 50 grados. No tiene un servicio ni tiene aire acondicionado. Ella pasa 10 horas al día así, debajo del sol, y se coloca una gorra para protegerse. “Al término de mi jornada bajo muy mal de ahí, son 10 horas a una temperatura de infierno. Afortunadamente ya me pusieron otro plástico encima, para cubrir un poco los rayos del sol” –nos dijo.

¿Es esto justo? ¿Es justo que una mujer con dos hijos se ponga en huelga de hambre para salvar los puestos de trabajo de 83 compañeros y 1.461 personas más, así como para mejorar las condiciones de trabajo de todos, tanto del sector público como del privado? Ella ni siquiera se encuentra entre los afectados por este concurso de traslado artero, alevoso, camuflado, encubierto, ilícito, abusivo e inaceptable que, además, incumple sentencias judiciales firmes.


Seguramente a Vesna se le unirán muchas más personas. Yo entre ellas. Que Madrid entero deje de comer para que este gobierno pare de enriquecer a las empresas, privatizándolo todo. Que todos nos quedemos sin vida de una vez. Al final, vivir así de todas formas no es vivir. ¿Vivir sin saber si tendrás atención médica si algo te sucede? ¿Vivir sin tener la seguridad de un trabajo? No, eso no es vivir. Ya estoy harto de mirar a mi alrededor y ver tanta injusticia, de ver cómo se deshumaniza todo, de darme cuenta cada día de que estamos en manos de delincuentes. Hoy tengo un trabajo de cuatro meses al año. Mañana ya no tengo nada. ¿Y qué voy a hacer yo, que tengo años de experiencia en la extinción de fuegos forestales, y que he estado mano a mano con mis compañeros arriesgando mi vida por salvar el monte? ¿Qué voy a hacer si ésta es mi vocación y mi forma de vida desde hace muchos años? Yo soy un bombero forestal, aunque no se me reconozca en un papel como tal. Y si no soy eso, ¿entonces qué soy? ¿En dónde voy a encontrar un trabajo para poder sostener a mi familia? 


A mí que me digan lo que sea, pero yo veo lo que hará Vesna como un heroico acto de fe. Fe en que en algún sitio recóndito, estas “personas” que nos gobiernan todavía tengan un poco de humanidad. Fe en que el rostro de Vesna se les quedará grabado en la mente y no los dejará dormir. Fe en que cuando estén comiendo y utilizando el suculento presupuesto de “dietas”, se acuerden de que Vesna no está comiendo y se atraganten con el postre. Y fe en que se den cuenta de una vez de que gobernar sólo para unos pocos y por y para sus intereses económicos no es ético ni es moral.

El día 13 de junio del año 2014, comienza la huelga de hambre de Vesna. Desde aquí y por siempre, mi respeto a ella y a su corazón fuerte y a su valentía y fuerza. Que sea un ejemplo, una inspiración. El tiempo está corriendo, señores, tic tac, tic tac. ¿No van a hacer nada al respecto? ¿Van a dejar que esto siga ocurriendo?

José Saramago, (1922-2010), ganador del Premio Nobel de Literatura en 1998, publicó en 1997 la compilación de Cuadernos de Lanzarote, en la que está incluida la siguiente cita:

"Que se privatice todo, que se privaticen el mar y el cielo, que se privaticen el agua y el aire, que se privaticen la justicia y la ley, que se privatice  la nube que pasa, que se privatice el sueño, sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y, finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguense de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo. Y metidos en esto, que se privatice también a la puta que los parió a todos" (malditos políticos de mierda. Esto es mío.)

Sigamos en la lucha, compañeros.

BOMBEROS FORESTALES sin derechos laborales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario